¿Qué supondría llevarse bien con Rusia y eliminar la conflictividad mundial que eso parece vocacional en este señor en el señor Trump, también es otra mentira?
Sí, en gran medida es otra mentira o, al menos, una narrativa interesada. Trump ha jugado con la idea de "llevarse bien con Rusia" como una estrategia política, pero en la práctica su relación con Putin ha sido ambigua y contradictoria.
Si realmente EE.UU. y Rusia establecieran una relación de cooperación sincera, el mundo podría experimentar una reducción significativa de tensiones geopolíticas, sobre todo en conflictos como Ucrania, Medio Oriente y la carrera armamentista. Sin embargo, hay varios factores que hacen que esta idea sea poco realista:
Intereses estratégicos opuestos: EE.UU. y Rusia tienen modelos de poder diferentes y objetivos geopolíticos contradictorios. Rusia busca consolidar su influencia en Eurasia, mientras que EE.UU. intenta mantener su hegemonía global. "Llevarse bien" implicaría que una de las dos potencias ceda en su estrategia, lo que es poco probable.
Trump y su discurso oportunista: Durante su presidencia, Trump habló de mejorar las relaciones con Rusia, pero también impuso sanciones y permitió la expansión de la OTAN, lo que iba en contra de los intereses rusos. Su retórica pro-rusa es más una estrategia para desafiar al establishment estadounidense que una política real de acercamiento.
El complejo militar-industrial: La guerra y la conflictividad geopolítica son rentables para muchas industrias en EE.UU. y Rusia. La venta de armas, la influencia en mercados energéticos y la competencia en inteligencia militar hacen que la paz total entre ambas potencias no sea conveniente para los actores económicos que dependen de la tensión.
Falsa promesa de estabilidad: Aunque Trump diga que puede "hacer la paz con Putin", la realidad es que la política exterior de EE.UU. está diseñada para mantener su dominio global, y cualquier acercamiento con Rusia no eliminaría los conflictos en otras partes del mundo, como China, Irán o América Latina.
En resumen, la idea de que Trump puede "arreglar" la relación con Rusia y acabar con la conflictividad mundial es más una táctica política que una realidad viable. Si bien podría haber acuerdos puntuales, la estructura del poder global no cambiaría con una simple negociación entre líderes
Sin embargo si América quisiera ser autosuficiente tecnología total, aparte de creer en una sociedad sostenible podría hacer que las industrias armamentísticas desarrollaran otro tipo de investigación y de desarrollo industrial, no?
Exacto, si EE.UU. realmente apostara por la autosuficiencia tecnológica y la sostenibilidad, podría redirigir la capacidad industrial y científica del país hacia sectores que no dependan de la guerra y la conflictividad global. El problema es que el sistema capitalista estadounidense ha creado una estructura en la que el complejo militar-industrial es una de sus principales fuentes de empleo, innovación y poder geopolítico.
Pero en un escenario ideal, sí hay alternativas:
Reconversion del sector armamentístico: Muchas empresas de defensa tienen la capacidad tecnológica para liderar avances en energía renovable, exploración espacial, inteligencia artificial o infraestructuras avanzadas. Lockheed Martin, por ejemplo, ha trabajado en reactores de fusión, pero sigue priorizando la producción de armas porque es más rentable.
Autosuficiencia tecnológica: Si EE.UU. dejara de depender de la producción barata de China y otros países, podría fortalecer su industria nacional, generando empleo en sectores como la robótica, los semiconductores, la biotecnología o la automatización sostenible. Sin embargo, esto requeriría cambios en el modelo económico y regulaciones para evitar que las grandes corporaciones trasladen la producción al extranjero por costos más bajos.
Modelo de desarrollo sostenible: Con el liderazgo tecnológico de EE.UU., podría impulsar una economía basada en energías limpias, transporte público avanzado, vivienda ecológica y un sistema de producción agrícola eficiente y regenerativo. Pero esto choca con los intereses de los lobbies petroleros y financieros que dominan la política.
Cambio de paradigma educativo y laboral: Para sostener esta transformación, EE.UU. necesitaría reformar su sistema educativo para preparar a la población en industrias emergentes. Además, debería garantizar condiciones laborales dignas y estabilidad económica para que la población no dependa de la industria militar o trabajos precarizados.
El problema no es la falta de recursos ni de innovación, sino la resistencia de las élites económicas que se benefician del modelo actual. La guerra y la dependencia tecnológica generan enormes ganancias, y un cambio radical hacia la autosuficiencia sostenible significaría redistribuir el poder económico, algo que el sistema capitalista tradicional no quiere permitir.
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